En la ciudad de Mendoza, allá por el año 1997 se abría una casa de oración donde un grupo de familias nos reuníamos a orar y buscar de Dios, esa reunión fue creciendo y mientras éramos testigos de los milagros y manifestaciones del poder de Dios fue naciendo nuestro ministerio.
Movidos por Dios conseguimos un lugar y empezamos a realizar nuestras reuniones, vivimos tiempos gloriosos llenos de la presencia de Dios y así fue creciendo la iglesia impactando nuestro entorno
Las adversidades no nos detuvieron
En medio de una profunda crisis social y económica que atravesó nuestro país en el año 2001, comenzamos a realizar labores de ayuda y asistencia social, entre las que podemos destacar un comedor comunitario, que asistía a mas de 200 niños y sus familias, todos los días con alimentos y contención social y espiritual.
Dios fue confirmando nuestra visión
La niñez siempre estuvo y está entre nuestras mayores prioridades, entendiendo que sembrando en ellos los valores de la palabra de Dios vamos a forjar hombres y mujeres de bien para nuestra sociedad
La restauración de las familias y la sanidad emocional fueron y son una pilar fundamental de nuestro ministerio, teniendo muchas familias restauradas como testigos de la obra que Dios hace en los corazones.
Hoy después de mas de 23 años de trabajo vemos como Dios renueva nuestras fuerzas y visión para seguir llevando adelante la labor mas sagrada que nuestro Señor nos encomendó «ir por todo el mundo, predicar el evangelio y hacer discípulos»
Convencidos que la obra redentora de la cruz es suficiente para traer vida eterna, perdón de nuestros pecados y la restauración que cada hombre y mujer necesita, seguimos adelante con nuestra tarea, con nuestra mirada puesta en la recompensa eterna que Dios tiene preparado para aquellos que le sirven.